6.6.12

Las tutucas son para calmar la ansiedad.


Ansiedad tengo. Ansiedad y aburrimiento. No sé lo que quiero, lo quiero todo. Lo quiero ya.
Y aparte mañana entregan las notas. Carajo, un 5 en matemática. No está tan mal. No para mí por lo menos, hay que ver como se ponen los viejos.
No quiero perderte. Lo de las mandarinas puede funcionar por un rato pero después te das cuenta de que en vez de llenarte, te van haciendo un hueco cada vez más grande. J. Luh tiene razón. Soy una maldita hipócrita. Y vos un impúdico. Jose tiene razón. Mierda. Porqué todos tienen razón y yo me sigo equivocando¿? No vale.
Porque una vez me dijiste que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos de verdad porque siempre hay alguien que quiere algo distinto. Porque nunca sé si es otro de tus jueguitos y lo estás actuando todo de vuelta, como si tuvieras los reflectores cegándote los ojos otra vez. Y yo me lo tengo que aguantar. No me mires ni me hables. No quiero que sigas haciéndome más de tu teatrito. Sin embargo me gusta caer en tus trampitas, y las espero con congoja. Porque por lo menos algo interesante le tiran a uno.
Porque estás re obsesionada con ese flaco. Me hacés acordar a mí. Vos exagerás un poco pero me encanta. Es como volver atrás en el tiempo.
Porque son re falsas y saludan a la STortiva y a la Oreja de Vaca y después dicen que son unas taradas.
Sos una hipócrita. Que ‘te extraño’s en el muro y comentarios tiernos y boludeses así que me dan por las pelotas.
Y vos, que te enojás con migo por Instrumento y después lo andás abrazando a él.
Que amigas putas que tengo, las quiero.
Y, sí. Las tutucas son para la paranoia.

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